Sopese un
día de semana. Era temprano y la oscuridad de la noche todavía tenía una
presencia de no querer dar paso a la llegada del día. Es así que sopese. Me
dirigí a la parada de ómnibus de la
Avenida más cercana a mí hogar. Digo hogar aunque no se utilice
esa palabra ya que decir casa parece una aberración a la enciclopedia española.
Soy de esas personas que utilizan palabras fuera del lenguaje chabacano. Retomo
la historia. Mi ómnibus apareció, inmediatamente todo el grupo de espera
levanto la mano, pareciendo un grupo de nadadoras en un espectáculo de danza en
el agua. Subimos al carro y me entere de la triste realidad. El aumento
de tarifa, pero ese no era mi sopesar sino otro que tiene que ver mas con mis
características físicas que ahora paso a exponer. Dentro del Colectivo atestado
de gente por supuesto, logro deslizarme como un ratón. tengamos en cuenta que
los ratones tienen como los hurones y lagartijas, cartílagos estirables que les
permiten introducirse en lugares insólitos. Eso me permite adquirir un lujar
privilegioso en ese barullo humano en un costado de la ventana, donde no
existen asientos y solo hay una baranda metálica para apoyar la parte anatómica
del cuerpo que si me disculpan y no quiero ser grosero, sirve para expulsar el
resto de alimentos que nuestro sistema humano rechaza, ademas de otras cosillas
escatologicas que suma al texto. -
De todas maneras, no era lo que sopese. Logro apoyarme y en
ese instante al lado mío la mujer que estaba ahí deja el lugar para descender y
se aproxima un tipo de casi dos metros. Me sentí extraño en ese instante. Fue
como sopesé, y en ese instante se me vino la película : los gemelos golpean dos
veces. Protagonizada
por Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito. Claro que yo era de vito. Entonces me
decía? que bárbaro, uno es enano, petizo, chiquito. Y enumere un sin
fin de detalles sobre mi apariencia física.
Me ha pasado que la mayoría de
las mujeres son mas altas y usar un banquito para dar un beso, Es un poco
bizarro. Por cierto uno no puedo llevar el banquito a todos lados como cargarlo
en la mochila, Que le vamos a decir a la dama? querida prepara los labios que
saco el banquito? ridículo!! un cachibache por así decirlo
me ha pasado que en el colectivo no
llego al fierro para sostenerme cuando el carro levanta velocidad. Y he
realizado saltos, puntas de pie y por mas que quiera nunca lo
logre,
me ha pasado estar en medio de un
recital y terminar viendo la pantalla y jamas enterarme si
el músico o banda que fui a ver eran los verdaderos.
- Como estuvo el recital ? -
- De diez, lo vi todo en la
pantalla, porque tenía dos torres humeantes de marihuana que no me dejaron ver
una carajo!. -
Y por cierto eso de la regla del pequeño
es mentira. Es todo acorde a la estatura. Tu nombre siempre será
pronunciado en diminutivo y te miraran desde abajo en una discusión para
decirte si te escupo te ahogo! vaya insulto.
Ah!.. No señores la vida del enano
de jardín es difícil, muy difícil. Hasta pensé comprarme
ese gorrito y buscar trabajo en algún patio de la casa.
- Señora!! yo le cuido las petuñas
y jazmines. Soy el enano de jardín! y por una módica suma
cumplo sus deseos
No en vano. Un enano de jardín y seguí
sopesando. Tiene sus logros. Porque todo cuesta el doble, triple y más.
Esto me hace acordar a mi perro, el peluche un maltés. Un tipo
admirado en el barrio. Era pequeño, pero era el capo del pabellón. No
había perra que se le resistiese y tenías a todos los doberman, ovejeros, boxer
y demás razas domadas y no era mas grande que una caja de zapatos el muy
desgraciado, Ahora eso sí, tenía comprada a todas las viejas del barrio.
Ahí! va el peluche!, con pecho en alto,
los coches y colectivos obligados a parar cuando cruzaba en medio de la avenida
a pasos parsimoniosos. Seguí su ejemplo. Un enano tiene bastante valor para
admitir lo que es, y llegar a donde quiera. Subir al cerro mas alto y ver el
mundo desde lo alto y gritar acá estoy yo!, a enamorar a la mas bella con un
banquito por supuesto, a enfrentar al mas peligroso oso poniéndole la
cara al peligro, a saltar en medio del tumulto y alentar a la banda, no precisar de una escoba para intimar, sino de la magia (ya saben a que me refiero), y
sobre todas las cosas: saltar y llegar al fierro del colectivo, aunque quede suspendido
en el aire.
Si señores un enano tiene valor y bondad
para que la adversidad no lo venza!. -
Por eso mismo lo siento mucho señora, no
puedo trabajar en su jardín, ni cuidar sus flores. Este enano tiene que
salir a enfrentar el mundo con su metro 1,65. En otra ocasión tal vez lo sopese. -
Diego Leandro Couselo
Nos pasa lo mismo!!,ja!.......Describís tal cual son las situaciones, con mucho humor e ironía. FELICITACIONES por plasmar en tus escritos, tus Pensamientos e Ideas. SOS UN GRAN CREATIVO !! EXITOS DIEGO !!
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