El reino de mi mundo

sábado, 16 de abril de 2016

Sopese porque era un enano de jardín


Sopese un día de semana. Era temprano y la oscuridad de la noche todavía tenía una presencia de no querer dar paso a la llegada del día. Es así que sopese. Me dirigí a la parada de ómnibus de la Avenida más cercana a mí hogar. Digo hogar aunque no se utilice esa palabra ya que decir casa parece una aberración a la enciclopedia española. Soy de esas personas que utilizan palabras fuera del lenguaje chabacano. Retomo la historia. Mi ómnibus apareció, inmediatamente todo el grupo de espera levanto la mano, pareciendo un grupo de nadadoras en un espectáculo de danza en el agua.  Subimos al carro y me entere de la triste realidad. El aumento de tarifa, pero ese no era mi sopesar sino otro que tiene que ver mas con mis características físicas que ahora paso a exponer. Dentro del Colectivo atestado de gente por supuesto, logro deslizarme como un ratón. tengamos en cuenta que los ratones tienen como los hurones y lagartijas, cartílagos estirables que les permiten introducirse en lugares insólitos. Eso me permite adquirir un lujar privilegioso en ese barullo humano en un costado de la ventana, donde no existen asientos y solo hay una baranda metálica para apoyar la parte anatómica del cuerpo que si me disculpan y no quiero ser grosero, sirve para expulsar el resto de alimentos que nuestro sistema humano rechaza, ademas de otras cosillas escatologicas que suma al texto. -  
De todas maneras, no era lo que sopese. Logro apoyarme y en ese instante al lado mío la mujer que estaba ahí deja el lugar para descender y se aproxima un tipo de casi dos metros. Me sentí extraño en ese instante. Fue como sopesé, y en ese instante se me vino la película : los gemelos golpean dos veces. Protagonizada por Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito. Claro que yo era de vito. Entonces me decía? que bárbaro,  uno es enano, petizo, chiquito. Y enumere un sin fin de detalles sobre mi apariencia física. 
Me ha pasado que la mayoría de las mujeres son mas altas y usar un banquito para dar un beso, Es un poco bizarro. Por cierto uno no puedo llevar el banquito a todos lados como cargarlo en la mochila, Que le vamos a decir a la dama? querida prepara los labios que saco el banquito? ridículo!! un cachibache por así decirlo   
me ha pasado que en el colectivo no llego al fierro para sostenerme cuando el carro levanta velocidad. Y he realizado saltos, puntas de pie  y por mas que quiera nunca lo logre, 
me ha pasado estar en medio de un recital y terminar viendo la pantalla y jamas enterarme si el músico o banda que fui a ver eran los verdaderos. 
 - Como estuvo el recital ? - 
 - De diez, lo vi todo en la pantalla, porque tenía dos torres humeantes de marihuana que no me dejaron ver una carajo!. - 
Y por cierto eso de la regla del pequeño es mentira. Es todo acorde a la estatura.  Tu nombre siempre será pronunciado en diminutivo y te miraran desde abajo en una discusión para decirte si te escupo te ahogo! vaya insulto. 
Ah!.. No señores la vida del enano de jardín es difícil, muy difícil. Hasta pensé comprarme ese gorrito y buscar trabajo en algún patio de la casa. 
 - Señora!! yo le cuido las petuñas y jazmines. Soy el enano de jardín! y por una módica suma cumplo sus deseos
No en vano. Un enano de jardín y seguí sopesando. Tiene sus logros. Porque todo cuesta el doble, triple y más.  Esto me hace acordar a mi perro, el peluche un maltés. Un tipo admirado en el barrio. Era pequeño, pero era el capo del pabellón. No había perra que se le resistiese y tenías a todos los doberman, ovejeros, boxer y demás razas domadas y no era mas grande que una caja de zapatos el muy desgraciado, Ahora eso sí, tenía comprada a todas las viejas del barrio. 
Ahí! va el peluche!, con pecho en alto, los coches y colectivos obligados a parar cuando cruzaba en medio de la avenida a pasos parsimoniosos. Seguí su ejemplo. Un enano tiene bastante valor para admitir lo que es, y llegar a donde quiera. Subir al cerro mas alto y ver el mundo desde lo alto y gritar acá estoy yo!, a enamorar a la mas bella con un banquito por supuesto, a enfrentar al mas peligroso oso poniéndole la cara al peligro, a saltar en medio del tumulto y alentar a la banda, no precisar de una escoba para intimar, sino de la magia (ya saben a que me refiero),  y sobre todas las cosas: saltar y llegar al fierro del colectivo, aunque quede suspendido en el aire. 
Si señores un enano tiene valor y bondad para que la adversidad no lo venza!. -    
Por eso mismo lo siento mucho señora, no puedo  trabajar en su jardín, ni cuidar sus flores. Este enano tiene que salir a enfrentar el mundo con su metro 1,65. En otra ocasión tal vez lo sopese. - 
                                                                                 
                                                                                                      Diego Leandro Couselo 





1 comentario:

  1. Nos pasa lo mismo!!,ja!.......Describís tal cual son las situaciones, con mucho humor e ironía. FELICITACIONES por plasmar en tus escritos, tus Pensamientos e Ideas. SOS UN GRAN CREATIVO !! EXITOS DIEGO !!

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