El reino de mi mundo

sábado, 20 de diciembre de 2014

             HÁBIL MANO DEL CORAZÓN. - 

No hay manera de soslayar esa palidez que siente quien se encuentra solo en este mundo. De hecho creo que algunos por algún motivo estamos destinados a la barbarie que nos ofrece esa aislamiento que se inmuta ante nuestros ojos. Pero la franca realidad de ser un corazón solitario, puede llegar a ser solo una ilusión mágica del intelecto. Nunca estamos solos, aunque si parezca que lo estamos.
Un casualidad o causalidad si gusta mas puede dar lugar al mejor encuentro del amor, la amistad o quien sabe  solo un encuentro mas.
Un paso que damos es una nueva historia como la de aquel que sin querer cruza a la misma dama en el colectivo y un día como quien no quiere la cosa le dice hola y tras otro saludo se interactúa de la mejor forma para lograr que la incomunicación se aleje. O quien sabe? una fila de banco. Trámites si los hay  para que llevarse a los golpes blasfemando contra un sistema bancario cuando podemos entablar una charla  que si queremos puede llegar a ser de amistad. Y si queremos llegar mas lejos, el querido ascensor. Siempre tenemos oportunidad de cruzar a quien se nos presenta, con las mismas inquietudes.
Una mascota fiel compañero que espera siempre sonriendo por dos. El y yo.
Un arte que nos identifica y nos apasiona nos brinda la posibilidad de no sentirnos solos. El propio omnipotente señor a quien tenemos en los cielos, siempre nos acompaña. Música, libros y demás. No estamos realmente solos. -
Solo solamente quien se encuentra en razón de pensar que esta solo. Nuestro corazón es una fuente de información que junto al cerebro recopila la mayor cantidad de datos posibles sobre los seres humanos y el mundo que nos rodea. Y lo hace por un solo motivo. No acepta bajo ningún aspecto que nos resignemos a esa idea maldita de ser solitarios. Pésima razón que nos domina y nos miente. Pero al corazón le gusta jugar es un excelente tirador. Y cuando ya no había más que solo espacios vacíos, un giro de éste, en inesperado movimiento de ruleta nos pondría en carrera nuevamente. - 
Este muchacho bombeador de sangre es uno de esos que no se resigna a ser un corazón solitario, y mientras juega.
-                              Que quiere apostar maestro? – le preguntara ese hábil crupier. Mientras la multitud mira. -
-                              A mí mismo, mí destino!, mí soledad  – Corazón. –
-                              Wauu!!. No va más. -
Respuestas con seguridad,  y apuestas de verdad. No cualquiera la hace. Mientras la multitud jubilosa aplaude a ritmo. Vamos eso si es valor!!

Diego L Couselo

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