Era uno, era muchos, era todos, era ninguno. Fernando Pessoa, burócrata triste, prisionero del reloj, solitario autor de cartas de amor jamás enviadas, tenía un manicomio dentro de sí. De sus habitantes conocemos los nombres, las fechas y hasta las horas de nacimiento, los horóscopos, los pesos y las estaturas. Y las obras, porque todos eran poetas. Alberto Caeiro, pagano, burlón de la metafísica y demás acrobacias de los intelectuales que reducen la vida a los conceptos, escribía erupciones; Ricardo Reis, monárquico, helenista, hijo de la cultura clásica, que nació varias veces y tuvo varios horóscopos, escribía construcciones; Álvaro de Campos, ingeniero de Glasgow, vanguardista, estudioso de la energía y temeroso del cansancio de vivir, escribía sensaciones; Bernardo Soares, maestro de la paradoja, poeta en prosa, erudito que decía ser esforzado ayudante de algún bibliotecario, escribía contradicciones; y Antonio Mora, psiquiatra y demente, internado en Cascáis, escribía lucubraciones y locobraciones. Pessoa también escribía. Cuando ellos dormían. (Espejos)
El padre de muchos personajes que enseñaron a nuestros poetas de hoy.
Para saber bien el fue un traductor, periodista, comerciante y poeta sobre toda las cosas. En su cabeza creaba personajes que inspiraban sonetos, articulos, rimas de penas y literatura por así decirlo con una vida que los caracterizaba. Pessoa paso sus dias en los cafes de Lisboa creando y creando dijo.. Viver não é necessário; o que é necessário é criar. (vivir no es necesario, lo necesario es crear) .. y asi fue inventando a sus compañeros de espiritu. Aquellos a quien el escritor josé Paulo Cavalcanti dio a conocer sobre alguien que soño ser tantos. No contenia cinco, seis o siete decia, sino que llevaba ciento veintisiete huspedes en su magro cuerpo.
a una joven edad se despidio y con él se fueron muchos..
aqui dejo un pequeño fragmento de su legado:
No soy nada.Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.
Diego L Couselo
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