Tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro
- Tener un hijo y tomar en las manos el placer noble de volver a ser un niño con uno mismo y jugar en un picado cósmico de fútbol solo para ver sonreír al que fuiste al gritar un gol.
- Plantar un árbol. Algún día de la vida vas a necesitar que alguien te de sombra y te escuche cuando ya nadie mas lo haga. Vas a pedirle consejos y te sentaras pegado a su lado a reflexionar en un duelo solitario sin decir nada. Todos precisamos sentarnos por lo menos una vez a la sombra de un árbol con total sinceramiento y objetividad en búsqueda de un poco de paz
- Escribir un libro. Ya grande y cansado. Cuando ya no se espere nada. Tomar unos papeles en blanco, una pluma y contar como un hijo grito su primera hazaña. Respirar y seguir contando está su historia bajo la sombra de aquel compañero, mientras sus hojas caen y el viento sopla..
Diego Leandro Couselo
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