- Confiese y diga la verdad no le disgusta el mar?. De hecho disfruta de él.
- lo confieso y me declaro culpable a sus menciones. Si, para sincerarme me gusta. Tiene encanto; tiene mística. Y dentro de ello armonía. Podria si se quiere, permanecer todo el tiempo que fuese posible. Ahora bien, no tolero las huellas humanas de la arena. Aquellas que dejan marcas de pies que hacen notar que una tropilla de insubordinados (especie animal con razón) que han delimitado el territorio en aquel sitio de dunas y con ello eligieron un lugar dónde habitar y pasar el rato. Entonces no podemos hablar de armonía porque seria una falacia. Perdería su mística. De abandono entre el mar y uno y uno con el mar. Me entiende?. No hay motivo para habitar un lugar de población desmedida cuando el verdadero valor que se buscaba se há perdido? O no?. Entonces no me queda otro conclusión que huir a otra naturaleza. Montes, selvas, riscos, estepas y todo aquello que fuera condenado por la estirpe de la inmunda fuerza del hombre porque se que es ahí que está mí escondite de todo lo que me lastima. Es alli mismo. No se incomode con está mi respuesta vea que ante todo salgo un tanto jubiloso en esa foto añeja. En ese entonces la playa podía considerarse digna de un retiro. Dlc)
Valparaiso..chile y yo ....
Diego leandro couselo
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