En tierras ostiles y cielos de fuego abrazador, manifiesta ante todo ese gusto por esas actividades antiguas de aquellos caballeros de la guerra y la audacia.
Date el gusto de tomar la arena como si fueras uno más dispuesto al combate. Elige tus arma y el destino de ambos y sientete que toda una muchedumbre grita tu nombre. Y si eso no completa tu ficción. Imagina algo diferente. Un tramo al que descubrir una pieza codiciada. Caliz de la arqueología, y tu, solo te lanzas en su búsqueda pragmatica. Desiertos, selvas, y estepas veran tu caminar, correr y escalar. Trampas sortearás y en un héroe junto a una dama te convertirás. Y si eso no te completa tampoco. Si realmente no llena tu interior, vuelve a imaginar. Una y otra vez. Vuelve a soñar.
Sos tu aventura. Sos tu destino y sos quien há de fusionar la fantasia con la realidad. No lo olvides porque un día llegará nuestro momento espartacus y vas a estar ahí aguantando el sudor de tu sangre, o tu momento indiana jones corriendo ante un ápice de miedo ante el peligro con cierto agrado de felicidad. Por encuanto seguí practicando pibe como todo hombre normal y seguí inventando historias e ilusiones. El mundo entenderá al verte y cada uno hará su propia episodio de ficción. Cada uno será su propia hazaña y andarán por ahí y por allá. Aqui y acá por todos lados idealizando su mejor narración de lo que quisieran ser. Y seremos. Al final seremos eso que queremos con anhelo. Será una gran aventura por vivir.
Diego leandro couselo
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